En la vida cotidiana, los desacuerdos son inevitables: pueden surgir en el trabajo, en la familia, en la pareja o incluso en uno mismo. Por ello, comprender los tipos de conflictos y cómo solucionarlos se ha convertido en una habilidad esencial en el ámbito personal, grupal y profesional.
¿Por qué surgen los conflictos?
Entre las perspectivas más aceptadas, destaca la visión de Thomas Hobbes, quien explica, en su obra Leviatán, el “estado de naturaleza” como una guerra de todos contra todos, donde la vida es “solitaria, pobre, tosca, embrutecida y corta”.
La teoría del autor radica en que la humanidad está guiada por las pasiones (deseo de poder, gloria, recursos) y por la igualdad natural que permite a cualquier hombre matar a otro.
Esta visión se refrenda con Nicolás Maquiavelo, quien aseguró que los hombres son “ingratos, volubles, simuladores, cobardes ante los peligros y ávidos de ganancia”. Esta naturaleza los lleva a desear más de lo que tienen y a competir por el poder, riqueza y gloria, generando un conflicto perpetuo.
En una perspectiva más reciente, Michel Foucault, refiere que el conflicto surge de la misma naturaleza del poder. El poder no es una posesión, sino una estrategia; no se prohíbe, sino que produce.
En ese sentido, “el poder se ejerce a costa de que surjan resistencias”, por lo que explica que el conflicto está integrado en toda relación de poder, porque busca dirigir la conducta de otros, quienes a su vez tienen la capacidad de resistir, modificar o evadir esa dirección.
¿Qué es el conflicto?
Desde la teoría del conflicto en la que se incluyen autores como: Karl Marx, Max Weber y Ralf Dahrendorf, el conflicto es el motor del cambio social y una característica permanente de la sociedad, originado en las contradicciones estructurales entre grupos con intereses antagónicos. No es una patología, sino una fuerza central en la dinámica social.
Bajo la perspectiva del funcionalismo, consolidada por teorías de Émile Durkheim y Talcott Parsons, el conflicto es una disfunción o una patología social que surge cuando fallan los mecanismos de integración y regulación de la sociedad. Interrumpe el equilibrio y consenso necesarios para la estabilidad del sistema.
Al respecto, Jean-Jacques Rousseau, indicó que el conflicto no es natural, sino que es el producto de la civilización, ya que surge con la propiedad privada. El momento en que un hombre cercó un terreno y dijo “esto es mío” marcó el origen de la desigualdad, la envidia, la ambición y la guerra social.
Campos requeridos*
En síntesis, el conflicto es un fenómeno inherente a toda sociedad humana y no necesariamente un signo de patología o fallo del sistema. Surge como un proceso social fundamental cuando dos o más partes (individuos, grupos, clases, instituciones o Estados) perciben que sus intereses, objetivos, valores o necesidades son incompatibles.

¿Cuáles son las partes de un conflicto?
Las partes de un conflicto se pueden identificar de la siguiente manera:
Actores
Son los individuos, grupos o instituciones involucrados en el conflicto. Pueden estar en posiciones opuestas o de mediación. Los actores pueden ser partidos, movimientos sociales, ciudadanos o el Estado.
Objeto del conflicto
Es el motivo central de la disputa: un recurso, una ideología, un derecho, una posición de poder o incluso un valor simbólico.
Relación de oposición
Es la dinámica de tensión que se establece entre los actores debido a intereses divergentes. Esta oposición puede expresarse en forma de desacuerdo, competencia, confrontación o lucha abierta.
Contexto
Incluye las condiciones sociales, culturales, económicas y políticas en las que surge el conflicto. El contexto determina su intensidad, duración y posibles vías de resolución.
Dinámica
Todo conflicto tiene fases: latencia (cuando está oculto), manifestación (cuando se hace visible), escalada (aumento de la tensión) y resolución o transformación (negociación, mediación, imposición o ruptura).

Tipos de conflictos
Los tipos de conflictos se pueden catalogar en tres amplios rubros:
Según actores involucrados
Intrapersonal
Ocurre dentro de la persona, cuando hay dilemas internos, contradicciones emocionales o morales.
Interpersonal
Surge entre dos personas debido a diferencias de intereses, valores o percepciones.
Intragrupal
Aparece dentro de un mismo grupo u organización, por competencia, liderazgo o distribución de recursos.
Intergrupal
Enfrentamiento entre dos o más grupos sociales, comunidades o instituciones.
Internacional
Conflictos entre Estados, que pueden expresarse en tensiones diplomáticas, económicas o incluso guerras.
De acuerdo a la naturaleza del conflicto
Intereses
Cuando las partes disputan recursos materiales, económicos o de poder.
Valores
Se centra en creencias, ideologías o principios éticos incompatibles.
Información
Ocurre por falta, distorsión o manipulación de datos y percepciones erróneas.
De relación
Se origina en problemas de comunicación, falta de confianza o tensiones emocionales.
Estructurales
Derivados de desigualdades sociales, económicas o políticas que generan tensiones sistemáticas.
Acorde con la forma de manifestación
Latentes
Existen, pero no se expresan abiertamente; permanecen en segundo plano hasta que una situación los activa.
Manifiestos
Visibles y declarados, donde los actores reconocen y expresan abiertamente la oposición.
Violentos
Implican agresión física, verbal o simbólica.
No violentos
Se expresan mediante protestas pacíficas, negociaciones o resistencia civil.
Mecanismos para la resolución de conflictos
Comunicación asertiva
Expresar intereses y necesidades sin agresión, buscando empatía y escucha activa.
Negociación
Las partes ceden parcialmente para alcanzar un acuerdo equilibrado.
Mediación
Un tercero neutral facilita el diálogo y ayuda a generar alternativas.
Arbitraje
Un tercero toma una decisión vinculante para ambas partes. Se busca reparar daños y restaurar la relación más allá de ganar o perder.
Resolución de conflictos organizacionales y políticos
Mecanismos democráticos
Elecciones, consultas, plebiscitos y parlamentos que permiten canalizar los desacuerdos.
Diálogo social e institucional: mesas de trabajo, comités y pactos políticos que integran a los actores en disputa.
Vías legales
Constituciones y leyes nacionales que fijan procedimientos para resolver disputas de poder.
Tribunales y cortes (constitucionales, laborales, civiles, penales) como instancias imparciales.
Órganos autónomos (defensorías, comisiones de derechos humanos, institutos electorales) que garantizan imparcialidad.

Resolución de conflictos internacionales
Los conflictos entre Estados requieren mecanismos complejos que equilibren la soberanía con el derecho internacional:
Diplomacia
Primera vía de resolución, basada en el diálogo y la negociación bilateral o multilateral.
Mediación internacional
Intervención de un país neutral o de una organización internacional.
Arbitraje internacional
Resolución vinculante a través de laudos dictados por tribunales ad hoc.
Organismos multilaterales
Naciones Unidas (ONU)
A través del Consejo de Seguridad, Asamblea General o misiones de paz.
Corte Internacional de Justicia (CIJ)
Resuelve disputas jurídicas entre Estados.
Corte Penal Internacional (CPI)
Juzga crímenes de guerra, genocidio y delitos de lesa humanidad.
Organización Mundial del Comercio (OMC)
Maneja conflictos comerciales.
Organización de Estados Americanos (OEA) y Unión Africana (UA)
Canales regionales de resolución.
Maneras impositivas o negativas
Existen otras maneras para resolver toda clase de conflictos, conocidas como malas maneras de resolver conflictos (intrapersonales, sociales y políticos)
Evasión o negación
Ignorar el conflicto creyendo que desaparecerá, lo que solo agrava tensiones.
Imposición autoritaria: cuando una de las partes usa el poder o la fuerza sin atender el diálogo.
Agresión verbal o física
Son insultos, humillaciones o violencia directa que deterioran las relaciones.
Manipulación
Uso de información falsa, chantaje o rumores para ganar ventaja.
Competencia destructiva
Querer “ganar” a toda costa en lugar de resolver.
Judicialización excesiva
Llevar cualquier desacuerdo a tribunales sin explorar vías de mediación, lo que desgasta y polariza.
Conclusión
El conflicto es una fuerza inherente y dinámica en la sociedad, surgiendo de la lucha por recursos, poder o reconocimiento en estructuras de desigualdad. Su resolución moderna no busca suprimirlo, sino transformarlo constructivamente mediante mecanismos como la negociación, mediación y el arbitraje.
La clave está en canalizar el conflicto hacia soluciones pacíficas que aborden sus causas profundas y promuevan un orden justo y estable, reconociéndolo como motor de cambio y no como una falla.
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