“En un hermoso día con un sol dorado y cielos azules a lo largo de todo el camino” ーcomo decía la publicación que su familia externó en Facebook el 15 de enero del año en cursoー, el director David Lynch dejó este plano terrenal. Su legado abarca más de un centenar de trabajos, entre películas, una serie, cortometrajes y audiovisuales.
También se destacó como escultor, pintor, músico, animador, un artista, además de un gran director que influyó, más de lo que parece, en la cultura pop.
Una carrera fructífera y muy personal, que ha dado origen al término lynchismo para referirse a su cosmovisión del mundo y del séptimo arte.
Acompáñanos a descubrir sus mejores películas y la profundidad psicológica en la personalidad humana, así como algunos datos curiosos, como el impacto que tuvo su conexión con México en su arte.
Los primeros años y cortometrajes
David Keith Lynch nació el 20 de enero de 1946 en Missoula, Montana, Estados Unidos, en una familia de clase media. Tuvo una infancia feliz, pues no le faltó nada tanto económica como emocionalmente, dicho por él mismo, y siempre tuvo una inquietud artística.
No hubo ningún problema para continuar con su vocación, así que decide estudiar arte en el Corcoran School of Art en Washington D. C. Después, viaja a Boston, pero la academia no le satisfizo, ya que él quería probar, experimentar y no sólo quedarse con lo que los maestros enseñaban. Quería ir más allá de las aulas, ya que sentía que no había creatividad en las clases, lo que le frustró.
Por ello, decide irse a Europa con su amigo Jack Fisk, para estudiar con el pintor austriaco e impresionista Oskar Kokoscha, uno de sus referentes artísticos. Sin embargo, el plan no sale como esperaba y regresa a Estados Unidos.
Se muda a Philadelphia para inscribirse en la Pennsylvania Academy of Fine Artes. Vivir en esta ciudad que describe como desolada, sucia, sumida en la decadencia industrial y los personajes que habitaban en ella, fueron una inspiración para él y una constante en cuanto a las imágenes de lugares oscuros. Esta atmósfera se vería reflejada en Eraserhead, por ejemplo.
Un día, Lynch estaba en su estudio cuando se quedó mirando fijamente una pintura y la idea surgió: “La pintura comenzó a moverse. Una pintura en movimiento. Fue un golpe en la cabeza”.
Campos requeridos*
Así, comenzó a dirigir cortometrajes, el primero fue en el año 1966, Seis hombres estando enfermos. También realizó El Alfabeto.
Pero sería el mediometraje The Grandmother o La abuela, donde ya se vislumbraba el surrealismo y el mundo de los sueños oscuros que conectan con el inconsciente, con música y personajes perturbadores, que serían el sello de David Lynch.
El inicio: The Grandmother, Eraserhead y El hombre elefante
Con este mediometraje, David Lynch comienza a ser conocido en el circuito independiente, sin embargo, en cuanto a lo económico no le iba muy bien. Con una esposa e hija, las deudas se acumulaban.
A punto de dejar el trabajo artístico, le llegó una gran oportunidad: el American Film Institute le otorgó una beca de cinco mil dólares, gracias al mediometraje The Grandmother.
La abuela es la historia de un chico marginado y maltratado por sus padres, que se refugia en la fantasía de tener una abuela que al fin lo quería y aceptaba. La atmósfera oscura y personajes fuera de lo común, se vislumbran como una constante.
Si bien este dinero le ayudó a Lynch a salir del paso, no fue suficiente para realizar su ópera prima Eraserhead, por lo que ésta tardó en terminarse: desde 1973 hasta 1977.
Al final, necesitó alrededor de veinte mil dólares para finalizarla. Amigos y familiares le ayudaron a completar este financiamiento.
Eraserhead
Eraserhead pasa la prueba en sitios underground y se convierte en una película de culto. Una obra maestra del surrealismo en blanco y negro, rodada en unos almacenes abandonados. Refleja las ansiedades universales, como el miedo a la paternidad y la alienación. Inspirada por los sueños y las pesadillas, esta película encarna el estilo más experimental de Lynch.
La atmósfera industrial y los sonidos repetitivos intensifican la sensación de soledad y aislamiento.De esta manera, impacta al productor Mel Brooks, que se interesa en David Lynch para dirigir la película El hombre elefante, en 1980.
El hombre elefante
Esta película es considerada como una obra maestra. Basada en la historia de Joseph Merrick, un hombre afectado por el síndrome de Proteus, refleja la estética de la Inglaterra victoriana y es realizada en blanco y negro.
Lynch le confiere a Merrick la dignidad que en su tiempo no tuvo, y deja ver un alma limpia, noble, pese a lo terrible de su deformidad física.
El director muestra la verdadera monstruosidad de la sociedad hacia una persona como Merrick, y la gentileza del protagonista atrapada en un cuerpo maltrecho.
Lynch, con esta película, salta de los circuitos underground, al mainstream. Aunque se llevó ocho nominaciones al Oscar, no lo ganó, pero así comienza a construir una reputación como director.
Dunas y su trabajo con Dino de Laurentis
Realizada en 1984, Dunas es su primera película a color. Tras algunos intentos fallidos para su adaptación, el productor italiano Dino de Laurentis, obtiene los derechos de la novela.
Si bien en un inicio le propone a Ridley Scott dirigir esta película, éste la rechaza, y así llega a manos de David Lynch (quien a su vez le había dicho que no a dirigir El retorno del Jedi).
Lynch acepta con la condición de que al finalizar Dunas, él realice una película bajo total control creativo.
El rodaje se hizo en México y si bien hubo bastantes dificultades, se llevó a cabo. Sin embargo, la duración original de la película fue de cinco horas, cosa que le pareció a De Laurentis excesiva. Así, el filme fue editado para que quedara en dos horas y media. Desafortunadamente, no recaudó lo esperado, por lo cual el productor vendió el material extra a la televisión estadounidense, como si fueran capítulos de una serie. Esto disgustó a Lynch, quien prefirió que omitieran su nombre en los créditos de los episodios.
Terciopelo azul
Dino de Laurentis cumplió la promesa de financiar la cuarta película de David Lynch con plena libertad creativa.
De esta manera, Lynch filma en 1986, Terciopelo azul. Es un thriller de suspenso con visos en los años 50 con el cine negro, intriga, fetiches, crímenes y sensualidad.
Lynch utiliza conceptos junguianos de la “sombra” para mostrar que, bajo la fachada de normalidad, se esconden deseos y corrupciones inconfesables.
Juega con lo público: la vida ideal de una pequeña comunidad de Estados Unidos, y lo privado: los secretos y perversiones de cada uno de los personajes, en una atmósfera siempre inquietante.
La relación entre Jeffrey y Frank Booth es un enfrentamiento de moralidad y corrupción que refleja la dualidad humana.
Con esta temática tan fuerte, la distribución la hizo De Laurentis, ya que nadie apostaba por el éxito del filme.
Twin Peaks
Esta serie de 1990 consolida a Lynch en su carrera. La misteriosa muerte de Laura Palmer causó gran expectación en la audiencia de aquellos años, no sólo de Estados Unidos sino en varios países.
Si bien el director no quiso que la serie tuviera una conclusión, por presión de los productores, tuvo que darle un final, un culpable del homicidio de Laura.

Salvaje de corazón
En este mismo año, 1990, decide rodar esta película protagonizada por Laura Dern y Nicolas Cage, es una película que también muestra personajes atormentados y fuera de lo común. Es, tal vez, el filme más comercial de Lynch, y además por él ganó la Palma de Oro.
En esta historia, una pareja tiene que huir, por lo que la carretera simboliza aventura, relaciones tóxicas, drama, violencia y romance. Es una película que, a decir de sus seguidores, es inclasificable por los diversos géneros que se entrelazan.
Con claras influencias del “camino del héroe”, Lynch mezcla el amor apasionado con la brutalidad para retratar una visión cruda de la vida. Los elementos simbólicos, como la chaqueta de serpiente de Sailor, representan libertad y rebeldía.
Twin Peaks: Fire walk with me
Es el trabajo más criticado de David Lynch por ser la película de Twins Peaks. El director se sintió muy afectado por las críticas, por lo cual decide participar en otros proyectos audiovisuales. Esta precuela de 1992, de la icónica serie, ahonda en el abuso y la dualidad psicológica. A través del personaje de Laura Palmer, Lynch explora el lado oscuro de la psique, presentando una fragmentación en la narrativa, que refleja el caos emocional del personaje. La música y los paisajes desolados atormentan a Laura.
Lost Highway
Después de las críticas, en 1997, David Lynch consigue financiamiento para hacer la película Lost Highway.
Es un thriller psicológico que explora la división de la identidad y la percepción del tiempo. Lynch emplea narrativas no lineales y simbolismos profundos, que invitan al espectador a cuestionar la realidad y la culpabilidad.
La música siempre es un elemento fundamental en el trabajo del director. Por lo cual, en el soundtrack participaron Trent Reznor, Marilyn Manson, y aparecen canciones de David Bowie, Lou Reed, Smashing Pumpkins, Angelo Baladamenti y Rammstein.
El argumento parte de algunas vivencias de Lynch. El presupuesto fue de 15 millones de dólares, pero el retorno en taquilla fue de tres. Es uno de sus mejores trabajos, pero de nueva cuenta no fue bien recibido.
Así, la industria etiquetó a Lynch como un director no rentable, con filmes para un nicho.
The Straight story. Una historia sencilla
David Lynch hace un cambio radical: colores, escenas de día, y la historia real y conmovedora de Alvin Straight, un anciano enfermo, que busca reconciliarse con su hermano, quien ha sufrido un derrame cerebral.
Straight, que sólo posee una cortadora de césped para transportarse, deja todo para hacer posible este encuentro, pasando por varias aventuras y encontrando gente que está dispuesta a ayudarlo en su misión.
Es la película más sencilla y digámoslo así, digerible para la audiencia, con una trama que no deja un sentimiento inquietante. Pero, una vez más, la taquilla no fue benévola.
Lanzada por Walt Disney Pictures, se invirtieron diez millones de dólares y recaudó sólo seis. Hollywood dejó de lado a Lynch, quien tuvo que realizar anuncios y otros trabajos para subsistir.
La cadena de televisión ABC le ofrece realizar una serie de misterio y triller psicológico, y en 1999 rueda un programa piloto que no agrada a los directivos.
Sin embargo, David Lynch ve en ese proyecto, una gran historia.

Mulholland Drive
El proyecto, que fue rechazado por los ejecutivos de ABC, en 2001 se convierte en Mulholland Drive, una película que desafía las reglas convencionales de la narrativa, explorando el subconsciente y los sueños.
Lynch utiliza hábilmente los simbolismos, como la llave azul, para guiar al espectador a través de un viaje lleno de giros.
Las teorías freudianas sobre el deseo y la represión se hacen presentes, mostrando cómo las ambiciones insatisfechas y los traumas pueden manifestarse en un espacio onírico.Con un presupuesto de siete millones de dólares, esta película le da a Lynch el premio a Mejor Director en Cannes. En esta época incursiona en la animación y el cortometraje.
Inland Empire
Ésta fue su última película. Realizada en 2006, podríamos decir que es la más enigmática. Hecha con una cámara digital, en aquel tiempo fue muy criticada, pero en realidad Lynch fue un visionario, ya que actualmente todos filman en este formato digital.
Lynch resume el argumento como una historia misteriosa en torno a una mujer enamorada que tiene problemas.
A través de su protagonista, interpretada por Laura Dern, Lynch examina el terror existencial y la descomposición de la identidad. La mezcla de imágenes digitales refuerza la desconexión y el caos psicológico.Después de este filme, no volverá a hacer un largometraje. A lo largo de su carrera, Lynch se mostró como un director de culto con una estética única. La interpretación es lo más importante, valiéndose de los sueños, lo absurdo, lo dual y lo incongruente.
Curiosidades: El paso de David Lynch por México
David Lynch, conocido por su estilo cinematográfico fuera de lo común, desarrolló una conexión especial con nuestro país, particularmente con la Ciudad de México.
Rodaje de Dune en los Estudios Churubusco
En 1984, David Lynch pasó un año y medio en México para la filmación de Dune, una de sus producciones más ambiciosas. Gran parte del rodaje se llevó a cabo en los emblemáticos Estudios Churubusco y en locaciones como el Desierto de Chihuahua.
La decisión de filmar aquí se basó tanto en la economía de la producción como en la geografía, que ofrecía paisajes perfectos para recrear el desértico planeta Arrakis.
Además de actores internacionales como Kyle MacLachlan y Sting, Dune contó con la participación de actores y técnicos mexicanos.
Reconocidos nombres como Humberto Elizondo y Ernesto Laguardia tuvieron roles menores, y gran parte del personal técnico mexicano contribuyó al éxito visual de la película.
Aunque Dune fue un fracaso comercial, como ya mencionamos, el proyecto marcó un punto de inflexión en la carrera de Lynch y destacó el talento mexicano en el cine internacional.
Exposición de arte en la galería OMR
Durante su estadía en la Ciudad de México, Lynch también exploró su faceta como artista plástico. En 1984, presentó una exposición en la galería OMR, donde exhibió dibujos y fotografías inspirados en sus vivencias en México.
Entre las obras destacaron imágenes de naturalezas muertas tomadas en el mercado de La Merced, como la fotografía titulada Chicken Kit, que reflejaban el surrealismo cotidiano que tanto fascinaba al director. La exposición fue un éxito y consolidó el vínculo entre Lynch y la escena artística local.
Una ciudad mágica y surrealista
En varias entrevistas, Lynch describió a la Ciudad de México como “uno de los lugares más mágicos, misteriosos y románticos del mundo”.
Su fascinación por el país también se evidenció en su participación en eventos como el Festival Internacional de Cine de Guanajuato, donde recordó con nostalgia su tiempo en México y la influencia que tuvo en su visión artística.Lynch describió al país como un lugar donde “vivir es como tener un sueño con fiebre”. Esto refleja cómo México dejó una huella indeleble en su obra y su vida personal.
Conclusión: “Mantén la vista en la dona y no en el agujero”.
David Lynch fue un transgresor con total control creativo y leal a sí mismo. En los últimos años de su vida, abrió algunos canales en YouTube que estuvieron activos hasta unos meses antes de su muerte.
En uno de ellos, llamado David Lynch Teather, se dedicó a mostrar sus obras y a dar el clima, así como a presentar una especie de tómbola: era un frasco que contenía algunas pelotitas con números, y cada día, sacaba una, mostrando el número, sin dar mayor explicación.
Esto se traduce en la importancia de la imagen y la interpretación del espectador, y cómo ésta es el hilo conductor de las obras de Lynch.
Porque para él, lo importante siempre fue evocar las preguntas y que cada quien les dé un significado, una respuesta… Lo mismo que ocurre con el cine.
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