Descubre el método Ikigai: Tu propósito de vida y trabajo ideal

¿Te has preguntado alguna vez qué sentido tiene tu vida o si realmente estás haciendo lo que viniste a hacer en este mundo? Si alguna vez has sentido que trabajas por inercia, que vives sin dirección o que te falta motivación, el método Ikigai puede ofrecerte respuestas transformadoras. 

Este antiguo concepto japonés, cada vez más popular en Occidente, propone una forma de descubrir tu propósito vital conectando lo que amas, lo que sabes hacer, lo que el mundo necesita y por lo que puedes recibir una remuneración.

En este artículo aprenderás qué es el Ikigai, cómo aplicarlo en tu vida cotidiana y por qué puede ser la clave para una existencia plena, equilibrada y con sentido.

Significado literal y origen del concepto

En japonés, iki significa vida, y gai se traduce como valor. Así, el Ikigai se puede entender como “el valor de la vida”. Es un concepto que ha sido estudiado por investigadores y psicólogos, y fue popularizado en Occidente gracias al libro El método Ikigai, escrito por Héctor García y Francesc Miralles.

Este modelo ha sido clave para introducir en nuestra cultura la idea de que el propósito vital no sólo es importante para la realización personal, sino también para la salud física y emocional.

Las investigaciones apuntan a que quienes tienen un propósito claro viven más años, padecen menos enfermedades crónicas y muestran niveles más bajos de ansiedad y depresión.

El vínculo entre Ikigai y la longevidad en Okinawa

Uno de los datos más sorprendentes es la relación entre el Ikigai y la longevidad de los habitantes de Okinawa, una de las llamadas “zonas azules” del planeta. En esta isla, muchas personas superan los 100 años de vida en excelente estado de salud.

Los investigadores descubrieron que una de las claves es el propósito vital constante: incluso después de la jubilación, los okinawenses siguen activos, cultivando huertos, cocinando, aprendiendo, o ayudando a su comunidad. Allí, la jubilación no existe como tal.

No hay una palabra específica que signifique “retirarse” porque simplemente no lo hacen. Las personas siguen realizando actividades hasta edades muy avanzadas, gracias a que han identificado su Ikigai. Este modo de vida contribuye a su felicidad, vitalidad y salud emocional, y es un ejemplo vivo de cómo aplicar el método Ikigai de forma práctica.

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Método Ikigai: explicado paso a paso

Nos ayuda a identificar aquello que puede convertirse en nuestra razón de ser. Nació de la observación de la vida en Okinawa, pero fue estructurado por Héctor García y Francesc Miralles en su libro Ikigai: Los secretos de Japón para una vida larga y feliz. En él, se popularizó un modelo visual: un diagrama con cuatro círculos que se superponen.

Cada círculo representa uno de los grandes pilares de nuestra vida:

  1. Lo que amas (pasión)
  2. En lo que eres bueno (talento)
  3. Por lo que te pueden pagar (profesión)
  4. Lo que el mundo necesita (misión)

La intersección de los cuatro representa el punto más profundo del modelo: tu Ikigai. Según los autores, sólo entre el 1% y 2% de las personas logran integrar completamente estos elementos, pero no es necesario hacerlo únicamente en el trabajo. 

Puedes desarrollar partes de tu Ikigai en tu empleo, otras en pasatiempos y algunas a través del voluntariado o la familia. Lo importante es mantener estos elementos activos y conectados en tu vida.

Cómo conocer tu Ikigai

Para conocer tu Ikigai, es necesario emprender un camino de introspección y autoconocimiento. No se trata de recibir una revelación mágica, sino de una búsqueda intencional que requiere honestidad, tiempo y apertura.

Aquí te dejamos una guía práctica:

  1. Dibuja cuatro círculos que hagan intersección entre sí.
  2. En cada uno, escribe:
    • Lo que amas hacer (leer, enseñar, cocinar, diseñar…)
    • Lo que se te da bien (resolver problemas, comunicar, empatizar…)
    • Por lo que podrías cobrar (consultoría, diseño, clases, contenido…)
    • Lo que el mundo necesita (educación, salud, sostenibilidad…)

A partir de ahí, analiza las intersecciones:

  • Pasión = lo que amas + lo que se te da bien.
  • Profesión = lo que se te da bien + lo que te pagan.
  • Vocación = lo que te pagan + lo que necesita el mundo.
  • Misión = lo que amas + lo que necesita el mundo.

El punto donde coinciden los cuatro te dará pistas poderosas sobre tu propósito vital. Y si no logras encontrar una sola respuesta, no te preocupes. Puedes tener varios Ikigai a lo largo de tu vida o desarrollar uno compuesto con distintas actividades desde varios ángulos.

Ejemplos prácticos del método Ikigai

Para entender mejor cómo funciona el modelo Ikigai en la vida real, aquí te damos algunos ejemplos:

Ejemplo 1: La escritora que transforma vidas

Clara amaba escribir desde niña: comunicaba y conectaba con las emociones de los demás. Aunque trabajó muchos años en marketing, decidió usar su talento para escribir libros de desarrollo personal. Hoy, sus textos ayudan a miles de lectores a descubrir su propósito. Su Ikigai se manifiesta como una combinación de pasión, vocación y profesión.

Ejemplo 2: El ingeniero que se convirtió en maestro

Raúl era ingeniero de sistemas y ganaba bien, pero no se sentía pleno. Notó que disfrutaba más enseñando a jóvenes en programas sociales que trabajando en una oficina. Así comenzó a dar clases de tecnología en comunidades vulnerables, descubriendo que su verdadero Ikigai estaba en usar su conocimiento para empoderar a otros.

Ejemplo 3: Pasión como voluntario

Marta trabaja como contadora en una empresa, pero su verdadera pasión es cuidar animales. Pasa sus fines de semana colaborando con refugios, organizando campañas de adopción y enseñando a los niños sobre el respeto a los animales.

Aunque su trabajo diario no integra todo su Ikigai, completa su propósito con acciones que la conectan con lo que ama.Estos ejemplos demuestran que el Ikigai puede estar en una sola actividad o repartido en varias. Lo importante es que todas las piezas existan en tu vida, aunque sea de manera paralela.

Tener claridad sobre tu Ikigai te permite tomar decisiones conscientes: desde el trabajo que eliges hasta las personas con las que te rodeas.

El Método Ikigai y la satisfacción personal

Uno de los grandes aportes del Método Ikigai es que va mucho más allá del éxito profesional o económico. Se trata de construir una vida que tenga sentido, que esté alineada con nuestros valores, talentos y aspiraciones. Y esto, inevitablemente, se traduce en una mayor satisfacción personal.

Tener claridad sobre tu Ikigai te permite tomar decisiones más conscientes: desde el trabajo que eliges hasta las personas con las que te rodeas. Te levantas cada mañana con un propósito claro, lo que reduce la ansiedad existencial, mejora tu estado de ánimo y fortalece tu resiliencia ante las dificultades.

El Ikigai también da sentido a los pequeños actos cotidianos. Algo tan sencillo como preparar una comida, escribir una nota o ayudar a un vecino se transforma cuando sabes que forma parte de algo más grande. No necesitas tener una vida pública o fama mundial para vivir con propósito. El Ikigai puede ser tan íntimo y silencioso como cuidar un jardín o enseñar a tu hijo a andar en bicicleta

¿Por qué es esencial tener los cuatro pilares?

Cada uno de los cuatro pilares del modelo Ikigai aporta un ingrediente esencial a la fórmula de una vida plena:

  1. Pasión (lo que amas + en lo que eres bueno): da motivación interna.
  2. Profesión (lo que eres bueno + por lo que te pueden pagar): da estabilidad económica.
  3. Vocación (por lo que te pagan + lo que necesita el mundo): genera impacto social.
  4. Misión (lo que amas + lo que necesita el mundo): da sentido trascendental.

Cuando alguno de estos pilares falta, la estructura se tambalea. Puedes tener una vocación útil, pero si no te apasiona, te sentirás vacío. O puedes tener un trabajo bien pagado que te resulta indiferente, y acabarás frustrado. Por eso, aunque puede llevar tiempo, identificar y equilibrar los cuatro elementos, es el verdadero reto —y la verdadera recompensa— del Método Ikigai.

El Método Ikigai aplicado al mundo laboral

Uno de los errores más comunes es pensar que el Ikigai sólo puede manifestarse en el trabajo. Si bien es ideal que tu empleo esté alineado con tu propósito, también es válido construir una vida profesional funcional mientras desarrollas tu Ikigai en otros espacios.

Dicho esto, cada vez más personas están buscando formas de hacer del Ikigai su actividad principal. Esto no significa necesariamente emprender, aunque puede ser una opción. También puedes reconectar con tu Ikigai dentro del entorno corporativo:

  • Pidiendo proyectos alineados con tus valores.
  • Formándote en las áreas que te apasionan.
  • Cambiando de rol o departamento si tu talento encaja mejor en otro lugar.

Incluso puedes mantener tu trabajo actual mientras desarrollas un proyecto paralelo que responda a tu vocación y misión, como el voluntariado, la escritura, la enseñanza o la divulgación. Como decía Confucio: “Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un solo día de tu vida”. 

¿Quiénes pueden aplicar el método Ikigai?

Una de las grandes virtudes del método Ikigai es que es universal. No importa tu edad, nivel educativo, situación económica o historia de vida: todos podemos explorar y vivir desde nuestro propósito. Solo cambia la forma en que lo aplicamos en cada etapa de la vida.

Jóvenes en búsqueda de rumbo

Para quienes están eligiendo carrera o proyecto de vida, el Ikigai es una brújula poderosa. Les ayuda a no dejarse llevar únicamente por presiones externas, tendencias o expectativas familiares, sino a buscar algo que verdaderamente los conecte con su esencia.

Adultos que desean reinventarse

En la mitad de la vida, muchas personas experimentan crisis vocacionales o sienten que “algo les falta”. El Ikigai puede ser la herramienta que necesitan para reorientarse, encontrar motivación en su trabajo o incluso lanzarse a emprender un camino completamente nuevo.

Personas mayores con deseos de trascendencia

La jubilación no significa el final del propósito. Al contrario, puede ser una etapa ideal para desarrollar pasiones postergadas, realizar voluntariado, transmitir conocimiento y conectar con una misión profunda. En Japón, muchos centenarios siguen activos gracias a que viven según su Ikigai.

Conclusión: Deja que el Ikigai sea tu guía

Vivir con Ikigai es vivir con dirección, coherencia y paz. No significa que todo será fácil, pero sí que sabrás por qué vale la pena cada esfuerzo. Cuando alinear tu pasión, tu talento, tu vocación y tu profesión se vuelve tu objetivo, cada paso tiene significado.

Puede que no encuentres tu Ikigai de inmediato. Tal vez lo vayas descubriendo capa por capa, experiencia tras experiencia. Lo importante es no dejar de buscarlo, y una vez lo encuentres, dejar que sea el timón que guíe tu vida. Como dijo Miralles: “El Ikigai no es un destino, sino un viaje hacia lo más profundo de ti.”

Lee nuestro artículo: Descubre cuáles son y cómo superar tus creencias limitantes y conoce su contraparte: las creencias potenciadoras.

Conócenos: Universidad Humanitas

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2 Responses

  1. Hola Caro,
    Que bien explicado esta.
    Aun cuando conocía el método, tu artículo me ayudará a aterrizar mis ideas.
    Muy buen trabajo, gracias.

    1. Hola, Elena, gracias por leernos y por tu comentario; así es, el método Ikigai puede ayudarnos a replantear nuestras acciones. Dinos, ¿qué otros temas te gustaría que tratáramos en el blog? Saludos.

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