Daños físicos y psicológicos de los vapeadores: lo que necesitas saber

Los daños físicos y psicológicos de los vapeadores son una preocupación creciente entre especialistas en salud pública, debido a los efectos que pueden provocar. Problemas respiratorios y cardiovasculares, adicción y trastornos emocionales, el impacto de estos dispositivos va más allá de lo que muchos usuarios creen. 

Si estás considerando usar un vapeador o buscas información para prevenir su consumo, este artículo te proporcionará una visión fundamentada sobre sus riesgos.

¿Qué son los “famosos” vapeadores o vaps?

Son simuladores de cigarrillos, pero a diferencia de estos, funcionan como un dispositivo que, en vez de quemar tabaco, incineran ciertas sustancias y productos químicos.

Las soluciones líquidas que suelen quemarse dentro del dispositivo son: propilenglicol, glicerina, nicotina y saborizante.

Sin embargo, los compuestos para vaporizar la nicotina y los sabores a baja temperatura se transforman en sustancias tóxicas.

Alt. text. ¿Qué son los vapeadores?, una pregunta frecuente entre jóvenes.
Vapeadores

La revolución de los E-cigs: Breve historia 

Algunos especialistas señalan que a principios del siglo XIX Henry Ferré, un farmacéutico parisino, diseñó un inhalador tubular capaz de generar vapor blanco mediante una mezcla de sustancias químicas. Sin embargo, su invento no alcanzó notoriedad en su época. 

Fue hasta 1963, cuando Herbert A. Gilbert, un inventor estadounidense, registró una patente para un “cigarrillo sin humo”. Aunque el dispositivo utilizaba vapor para simular el acto de fumar, nunca se llegó a producir comercialmente debido a limitaciones tecnológicas y falta de interés en el mercado.

El verdadero punto de inflexión llegó en 2001, cuando Hon Lik, un farmacéutico chino y fumador, perdió a su padre debido a un cáncer relacionado con el tabaquismo. Esto lo motivó a inventar un dispositivo que eliminara los riesgos de la combustión y ofreciera nicotina de manera más segura. Se le considera uno de los primeros en conceptualizar un dispositivo que generaba vapor inhalable.

En 2004, Lik patentó su diseño y comenzó a comercializarlo en China a través de la empresa Golden Dragon Holdings. A partir de 2006, los cigarrillos electrónicos comenzaron a exportarse a Europa y Estados Unidos. 

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Vaps al descubierto: ¿Cómo funcionan y de qué están compuestos?

Estos sistemas electrónicos funcionan mediante un mecanismo diseñado para calentar un líquido (llamado e-líquido o jugo de vapeo) y convertirlo en vapor que el usuario puede inhalar. Este proceso elimina la combustión, característica de los cigarrillos tradicionales, y reduce la liberación de sustancias tóxicas.

Sus componentes principales atomizador son: una resistencia que, al calentarse, vaporiza el líquido. Cartucho o tanque, es el recipiente que almacena el líquido. El e-líquido: una mezcla de diferentes sustancias, la fuente de energía que alimenta el dispositivo y su boquilla, la parte por donde el usuario inhala el vapor.

Los cigarrillos electrónicos se clasifican en:

  • Vape pens: Más pequeños, portátiles y accesibles.
  • Mods: Dispositivos personalizables con mayor capacidad de batería y opciones de potencia.
  • Pod systems: Sistemas compactos como Juul, diseñados para facilitar el uso diario.

El auge de los vapeadores: la moda, las controversias e impactos en el mercado

A partir de 2010, los vapeadores se convirtieron en una industria multimillonaria, gracias a campañas de marketing dirigidas y el auge de una subcultura global en torno al “vaping”.

Uno de los primeros puntos por lo que se pusieron de moda, se debió a la promesa de que los cigarrillos electrónicos se promocionaron como una herramienta para dejar de fumar, destacando sus beneficios frente al tabaco tradicional: menos químicos dañinos, sin combustión y sin olor desagradable.

Los usuarios, especialmente los más jóvenes, comenzaron a asociar el vapeo con un estilo de vida moderno y tecnológico. Esto se reforzó con sabores innovadores y el diseño minimalista de dispositivos como Juul.

Sin embargo, el crecimiento explosivo de los vapeadores no estuvo exento de problemas, ya que la disponibilidad de sabores atractivos y el diseño discreto de los dispositivos atrajo la atención entre los jóvenes, generando preocupación sobre la adicción a la nicotina.

Ante ello, países de todo el mundo implementaron normativas para regular la venta y publicidad de estos productos. En muchos lugares, se debatió si los vapers eran una herramienta útil para dejar de fumar o un nuevo problema de salud pública.

¿Cómo funcionan los vapeadores?, tienen un mecanismo interno de combustión.
Los vapeadores queman sustancias químicas.

Daños físicos de los vapeadores según autoridades

En 2019, surgieron investigaciones del gobierno mexicano y chileno, detectaron enfermedades pulmonares asociadas al uso de vapeadores, muchas relacionadas con productos ilegales o líquidos de baja calidad.

Esta afección fue denominada EVALI (E-cigarette or Vaping product use-Associated Lung Injury). Las investigaciones indicaron que muchos de estos casos estaban relacionados con productos que contenían tetrahidrocannabinol (THC) y, en particular, con la presencia de acetato de vitamina E, una sustancia utilizada como aditivo en algunos líquidos de vapeo.

En México, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), y la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic), indican que “un cartucho que contiene 5% de sal de nicotina es equivalente a entre uno y tres paquetes de cigarrillos. Estas altas concentraciones de nicotina tienen efectos adversos a largo plazo en el desarrollo del cerebro de niños, niñas, adolescentes y fetos en formación.”

A su vez, las autoridades sanitarias señalan tres principales tipos de daños a la salud asociados con estos productos, los cuales son:

  • Enfermedades respiratorias por la inflamación del tejido pulmonar, causando padecimientos como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), asma y cáncer.
  • Daños cardiovasculares por los cambios en la circulación sanguínea, los cuales pueden causar arterioesclerosis e infartos al corazón.
  • Efectos mutagénicos que aumentan el riesgo de cáncer y alteraciones a nivel reproductivo, como disfunción eréctil.
Los daños físicos de los vapeadores implican enfermedades respiratorias.

Efectos psicológicos

Aunque originalmente los cigarrillos electrónicos buscaban sustituir la dependencia al tabaco, el uso de vapeadores trae una serie de problemas de salud mental.

Estos efectos pueden variar dependiendo de la composición del líquido utilizado (especialmente la nicotina), la frecuencia de uso y factores individuales, como la predisposición psicológica.

La nicotina estimula la liberación de dopamina, lo que genera una sensación de placer momentánea. Con el tiempo, el cerebro se adapta, requiriendo dosis mayores para experimentar el mismo efecto.

De la misma forma, la dependencia puede generar síntomas de abstinencia como irritabilidad, dificultad para concentrarse y ansiedad cuando el vapeador no está disponible.

Por otra parte, el uso de vapeadores entre adolescentes, cuyo cerebro está en desarrollo, puede ser especialmente dañino, ya que la exposición a la nicotina durante etapas críticas del desarrollo cerebral afecta áreas relacionadas con la memoria y el control de impulsos.

El diseño de los vapeadores, su portabilidad y facilidad de uso pueden fomentar patrones de consumo compulsivo. Esto puede generar: Distracción constante: Uso excesivo durante actividades que requieren atención (trabajo, estudios, etc.).

Los efectos psicológicos de los vapeadores asemejan al tabaquismo.

La prohibición y la legalidad en los países de estos dispositivos

La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que en la actualidad hay 88 países que no han fijado una edad mínima para poder comprar cigarrillos electrónicos, y 74 países no cuentan con normas que reglamenten estos productos nocivos. 

“Los cigarrillos electrónicos se promocionan entre los niños a través de las redes sociales y personas influyentes, y ofrecen al menos 16 mil sabores atractivos”, indica el organismo. 

Recientemente, México avanzó significativamente hacia la prohibición constitucional de los vapeadores y cigarrillos electrónicos. La Cámara de Diputados aprobó una reforma a los artículos 4 y 5 de la Constitución, prohibiendo la producción, distribución y venta de estos dispositivos, así como de sustancias tóxicas y drogas sintéticas no autorizadas, como el fentanilo. 

Con la aprobación en ambas cámaras, la reforma se turnó a los congresos estatales para su ratificación, proceso necesario para su entrada en vigor. Se espera que, una vez concluido este trámite, la prohibición se implemente a nivel nacional, estableciendo sanciones para quienes infrinjan estas disposiciones.

El tabaquismo y los vapeadores se fundamentan en el mismo mecanismo.

Conclusión

Los vapeadores fueron creados como una solución innovadora al problema del tabaquismo, combinando ciencia y tecnología. Aunque se pensaron como una herramienta para la reducción de riesgos en fumadores, estos dispositivos han sido objeto de controversias por su popularidad entre los jóvenes y la falta de regulación inicial. 

Hoy en día, se ha llegado a la conclusión de que los vapeadores no solo presentan riesgos físicos, sino que también tienen un impacto psicológico. Desde la dependencia hasta el deterioro emocional, sus efectos pueden ser especialmente preocupantes en adolescentes y personas vulnerables. Para abordar estos riesgos, es crucial implementar estrategias de prevención, regulación y educación que promuevan un uso informado y responsable.

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