Autoestima y amor propio no son simples conceptos; son conversaciones que mantenemos con nosotros mismos todos los días. ¿Qué te dices a ti mismo en momentos importantes? Esa pregunta, tan sencilla como poderosa, puede transformar lo que ves en el espejo y, con ello, cómo afrontas el mundo.
Imagina la situación:
Estás de pie, frente a la audiencia, mientras tanto, ellos murmuran. Te miran de manera inquisitiva. Tus latidos se aceleran, las piernas empiezan a temblar y tus manos están frías.
Sientes un nudo en el estómago y la sensación de nerviosismo recorre todo tu cuerpo, repasas en tu mente lo que vas a decir, pero surge la duda:¿y si no estudiaste lo suficiente?
Recuerdas la última vez que tuviste una presentación, las burlas y las risas cómplices después de que no completaste el tema.
Intentas calmarte. Eso ya no importa, esta es una nueva oportunidad de hacerlo bien… Pero, y ¿si te vuelves a equivocar?
Ante esta circunstancia, podemos decir que todo dependerá de ti, ni el motivador más experto te puede garantizar que vas a salir avante, ni las mejores palabras de aliento te pondrán las palabras exactas para iniciar tu discurso.
Tú eres tu destino.
Tú eres el éxito o el fracaso.
Y para ello sirve la autoestima y el amor propio.
Autoestima y amor propio: ¿qué significan?
La autoestima es la valoración general que una persona tiene de sí misma, incluyendo su percepción de sus propias habilidades, logros y cualidades. Puede ser positiva, negativa o equilibrada.
Una autoestima saludable permite a una persona reconocerse como valiosa y competente, lo cual se refleja en cómo aborda desafíos y responde ante críticas. Sin embargo, concepto dinámico que cambia a lo largo del tiempo según las circunstancias y experiencias de vida.
Mientras que el amor propio es una aceptación profunda e incondicional de uno mismo. Va más allá de la evaluación y es más un compromiso constante de respeto, autocuidado y autoaceptación.
Una persona que cultiva amor propio actúa con compasión y respeto hacia sí misma, lo cual no depende de logros o validaciones externas. Este concepto promueve el bienestar emocional a largo plazo, ya que sostiene la resiliencia frente a situaciones adversas y fomenta una visión más amable de sí mismo.
Ambos conceptos son relevantes para enfrentar circunstancias adversas y obstáculos. Si la persona goza de un buen equilibrio entre estos términos, los resultados pueden ser positivos y en su caso benéficos para la persona.
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Diferencias clave entre estos términos
Mientras que la autoestima está sujeta a cambios y depende en parte de las percepciones sobre logros y habilidades, el amor propio es una postura de aceptación que no se ve afectada tan directamente por el éxito o el fracaso.
Ambos conceptos son esenciales para una salud mental sólida, pero el amor propio aporta una base de estabilidad emocional que permite que la autoestima, aun cuando cambie,no afecte drásticamente la autoaceptación de una persona.
Aunque a menudo se usan indistintamente, la autoestima y el amor propio son conceptos distintos, aunque estrechamente relacionados.
En síntesis, decimos que:
La autoestima es un juicio, mientras que el amor propio es una sensación.La autoestima puede ser variable, dependiendo de las circunstancias, mientras que el amor propio es más estable
.La autoestima se basa en comparaciones y logros externos, mientras que el amor propio se basa en un valor intrínseco.
Un vistazo de cómo han cambiado estos dos conceptos en el tiempo
Los conceptos de amor propio y autoestima han evolucionado a lo largo de la historia y han sido abordados desde diversas perspectivas teóricas. Aunque no existe un psicólogo que haya descubierto estos conceptos, hay investigadores clave que definieron y profundizaron en estos términos en el contexto de la Psicología.
Algunos de los psicólogos y corrientes ideológicas que han contribuido al estudio del amor propio y la autoestima incluyen las teorías sobre el ego y la libido de Sigmund Freud que sentaron las bases para comprender cómo las experiencias infantiles y las relaciones interpersonales influyen en nuestra percepción de nosotros mismo.
El enfoque humanista de Carl Rogers, centrado en la importancia de la autoactualización y la aceptación incondicional, destaca la relevancia del amor propio para el crecimiento personal.
Al igual que Rogers, Abraham Maslow enfatizó la necesidad de autoestima como parte de su jerarquía de necesidades humanas.
Por su parte, Morris Rosenberg, psicólogo social, desarrolló en la década de 1960 una escala para medir la autoestima (la Escala de Autoestima de Rosenberg), que se convirtió en una herramienta estándar en investigaciones psicológicas.
Respecto al concepto de amor propio, psicólogos como Carl Jung enfatizó la importancia de aceptar todas las partes de uno mismo, incluidas las facetas menos deseadas, un concepto que se acerca al amor propio.
Como uno de los pioneros en el estudio de la autoestima, Nathaniel Branden destacó la importancia de la autocompasión y el respeto hacia uno mismo, describiendo el amor propio como una práctica de valorar y aceptar la propia existencia.
De la misma forma, Erich Fromm destaca en su obra, El arte de amar, que el amor hacia los demás y el amor hacia uno mismo son interdependientes. Desde su perspectiva, el amor propio no es egoísmo, sino una forma esencial de cuidar y respetar la propia vida y dignidad, lo cual es la base para amar a otros de manera auténtica.
Razones por las que te odias y te autoflagelas emocionalmente
En contraposición de la autoestima y amor propio, el odio hacia uno mismo y la autoflagelación emocional son conductas que suelen originarse en una combinación de factores psicológicos, sociales y personales. Algunas de las razones más comunes incluyen:
Experiencias de rechazo o abandono
Quienes han sido rechazados repetidamente por figuras significativas (familia, amigos, parejas) tienden a adoptar la creencia de que no merecen amor ni aceptación. Esto los lleva a invalidarse constantemente.
Relaciones disfuncionales en la infancia
Crecer en entornos donde predominaron críticas, castigos severos o desprecio puede enseñar a las personas a verse a sí mismas desde una perspectiva negativa. Frases como “No sirves para nada” se internalizan y se convierten en su voz interna.
Idea ansiosa de perfeccionismo
Cuando no alcanzan estos estándares, las personas se culpan, se insultan y se convencen de que no son lo suficientemente buenos.
Trastornos psicológicos
Condiciones como la depresión mayor, la ansiedad o el trastorno límite de la personalidad suelen estar asociadas con pensamientos de odio hacia uno mismo. En estos casos, la percepción negativa no es solo emocional, sino también distorsionada por la condición clínica.
Comparación constante
En una sociedad obsesionada con el éxito y la apariencia, compararse con los demás puede llevar a sentimientos de inferioridad. Las personas se enfocan en lo que creen que les falta, despreciando sus propias cualidades.
Traumas no resueltos
Experiencias como abusos, violencia o pérdidas significativas pueden dejar cicatrices emocionales profundas. Muchas veces, estas personas se culpan a sí mismas por lo sucedido, incluso cuando no tienen responsabilidad.
¿Cómo es una persona con amor propio y autoestima?
Se reconoce tal como es, con sus virtudes y defectos. No se castiga por sus errores, sino que los percibe como oportunidades para aprender y crecer.
Se acepta a sí misma
Se reconoce tal como es, con sus virtudes y defectos. No se castiga por sus errores, sino que los percibe como oportunidades para aprender y crecer.
Resiliencia emocional
Puede afrontar críticas, fracasos o desafíos sin que estos definan su valor personal. Aprende de las experiencias negativas y se adapta a las situaciones difíciles con mayor facilidad.
Cuidado personal
Dedica tiempo a su bienestar físico, mental y emocional. Esto incluye mantener hábitos saludables, disfrutar de actividades placenteras y buscar ayuda profesional si lo necesita.
Confianza en sus decisiones
Toma decisiones basadas en sus valores y necesidades, sin depender exclusivamente de la aprobación externa. Confía en su criterio y acepta las consecuencias de sus elecciones.
Relaciones sanas
Mantiene vínculos donde predomina el respeto y la reciprocidad. No busca llenar vacíos emocionales a través de otros, sino que contribuye al vínculo desde un lugar de plenitud.
Cómo mejorar la autoestima
De acuerdo con la especialista en Psiquiatría, Marian Rojas Estapé, la autoestima se puede incrementar utilizando las siguientes estrategias:
- Desarrollo cognitivo:. Eso implica cambiar un pensamiento por uno más equilibrado: “acepto mis errores con amor y entiendo que la perfección no existe, pero el progreso sí, me valoro por mi esfuerzo y dedicación, no solo por los resultados.”
- Aceptar nuestras fortalezas y debilidades. Se trata de reconocer con sinceridad en qué somos buenos y en qué no tanto. Cada uno de nosotros destaca en su propio entorno y cada persona tiene habilidades únicas que cuando se cultivan y se llevan al máximo potencial pueden llevar a logros extraordinarios. Tener una buena autoestima no se trata solo de arreglar cada defecto, sino en potenciar aquello en lo que naturalmente sobresalimos.
- Autocuidado. Tiene que ver con varias aristas de la vida, como en el aspecto mental, al considerar que mis necesidades también son importantes. En el aspecto espiritual, es relevante conectarse consigo mismo y al mismo tiempo con un sentido más profundo de la existencia. En lo social, es seleccionar a las personas realmente importantes y excluir a las tóxicas. En el aspecto físico, implica respetar tu cuerpo y sus límites. Y finalmente, en el aspecto profesional, conlleva establecer límites claros en el tiempo de trabajo y vida personal.
Frases de autoestima (bonitas)
A continuación te presentamos ocho frases que te ayudarán a ampliar la visión de la autoestima.
- Tu historia no termina en este capítulo, puedes reescribirla una y otra vez.
- Tienes a solo una persona que confía plenamente en ti y está enfrente de tu espejo. No lo defraudes.
- Tus imperfecciones no son defectos, son marcas de lo auténtico que eres.
- Cuando dudas de ti, le haces daño a la única persona que puede salvarte.
- Cada día es una oportunidad para descubrir tu grandeza; eres más fuerte de lo que crees.
- Valora tu camino, incluso los pasos pequeños son señales de tu progreso.
- Tu brillo se puede opacar, pero jamás desvanecer.
- Cuando te mires al espejo, no busques perfección, busca razones para sonreír.
Conclusión
Considera a tu mente como un jardín. En este jardín, crecen pensamientos, emociones y creencias. Algunos son como flores, que nutren tu alma. Otros, como malas hierbas, que pueden robarte la alegría. ¿Qué tipo de semillas estás sembrando en tu jardín interior?