En el artículo anterior, titulado ¿Qué es un acto administrativo?, investigamos su definición, clasificación y ejemplos, para brindar una base conceptual esencial para comprender esta figura clave del Derecho Administrativo.
Sin embargo, comprender un acto administrativo únicamente desde su origen es limitarse a una visión parcial de su importancia y efectos en la vida jurídica de las personas y las instituciones.
Este artículo tiene como objetivo profundizar en aspectos menos abordados, y descubrir qué son las fases del acto administrativo, sus efectos, su ejecución, nulidad y extinción. Es una guía que puede ayudarte.
También, analizaremos recursos legales disponibles y presentaremos ejemplos prácticos en el contexto mexicano, con el fin de ofrecer una perspectiva integral, útil tanto para estudiantes de Derecho como para quienes estén interesados en la materia.
El acto administrativo en su ciclo completo
Más allá de su emisión, el acto administrativo debe ser estudiado como un fenómeno jurídico completo que implica una serie de fases, efectos y nulidades. Desde un enfoque académico, el acto administrativo es la expresión de voluntad de una autoridad pública competente, dirigida a producir efectos jurídicos individuales y concretos.
Esta manifestación de voluntad debe reunir ciertos elementos esenciales para su validez:
- Sujeto: La autoridad administrativa competente.
- Objeto: El contenido del acto, que debe ser lícito, posible y determinado.
- Causa: El motivo o finalidad del acto, vinculado al interés público.
- Forma: Los requisitos formales exigidos por la norma (por ejemplo, por escrito, con firma de la autoridad).
- Voluntad: Expresada de manera libre, sin vicios como el dolo o la coacción.
Estos elementos interactúan para dar lugar a un acto válido y eficaz, capaz de generar efectos jurídicos reales en la esfera de los gobernados.
Fases del acto administrativo
El acto administrativo no es un simple pronunciamiento, sino el resultado de un procedimiento estructurado que garantiza su legalidad y legitimidad. En términos generales, este proceso consta de las siguientes fases:
1. Iniciación.
Puede comenzarse de oficio por la propia administración o a petición del interesado. Aquí se delimitan los hechos, se identifican a los posibles afectados y se formaliza el inicio del expediente.
Campos requeridos*
2. Instrucción.
Es la etapa probatoria y preparatoria, donde se recaban informes, se realizan inspecciones o auditorías, y se recopilan documentos necesarios. Esta fase asegura que el acto se funde en hechos verificados.
3. Resolución.
La autoridad competente emite su decisión formal. Esta debe estar debidamente motivada, es decir, justificar legal y fácticamente las razones del pronunciamiento.
4. Ejecución.
Se refiere al cumplimiento del contenido del acto. Puede requerir la actuación directa de la administración o la cooperación del destinatario.
5. Notificación.
Es esencial para que el acto surta efectos jurídicos. Debe hacerse en los términos y plazos que marque la ley, garantizando que el destinatario tenga conocimiento pleno del acto.
Estas fases garantizan que el acto administrativo no sólo sea legal, también transparente, eficaz y respetuoso de los derechos de los ciudadanos.

Efectos del acto administrativo
Los efectos del acto administrativo son las consecuencias jurídicas que produce desde el momento en que es válido y ha sido debidamente notificado. Estos efectos pueden ser inmediatos y directos sobre el destinatario, pero también pueden alcanzar a terceros o a la sociedad en general.
Efectos frente al destinatario
El acto administrativo crea, modifica o extingue derechos u obligaciones para la persona a quien va dirigido. Por ejemplo, una licencia de construcción permite al titular edificar en un predio determinado, mientras que una sanción administrativa impone una obligación de pagar una multa o cesar una conducta.
Efectos frente a terceros
Aunque en principio el acto tiene efectos individuales, en ciertos casos puede tener impacto sobre terceros, especialmente si éstos comparten un interés legítimo. Un ejemplo sería la revocación de una licencia ambiental que beneficia indirectamente a comunidades vecinas al mitigar un riesgo ambiental.
Presunción de validez y ejecutoriedad
Todo acto administrativo se presume válido desde su emisión, salvo la prueba en contrario. Esto significa que puede ser ejecutado incluso antes de que se resuelva un posible recurso interpuesto contra él. Esta presunción es clave para la eficacia operativa de la administración pública.
La ejecución del acto administrativo
La ejecución del acto administrativo es la etapa en la que se materializa su contenido, ya sea con la participación del ciudadano o, si es necesario, por vía coactiva o de la autoridad.
Ejecutoriedad vs. ejecutividad
- Ejecutoriedad: Es la capacidad del acto para ser cumplido por la administración por sí misma, sin necesidad de autorización judicial. Esto pasa cuando existe una presunción de legalidad y la ley lo permite expresamente.
- Ejecutividad: Es la cualidad del acto que lo hace obligatorio para el administrado. Se refiere al deber del ciudadano de acatarlo voluntariamente.
Cumplimiento voluntario y forzado
En la mayoría de los casos, los actos se cumplen de manera voluntaria. Ejemplo: el pago de una multa de tránsito. Sin embargo, si el ciudadano no cumple, la administración puede proceder al cumplimiento forzoso. Ejemplo: demolición de una construcción ilegal sin necesidad de sentencia judicial.
Ejemplos prácticos
- Multa vehicular: Una infracción captada por un sistema automatizado da lugar a un acto administrativo que impone una sanción. Si el ciudadano no paga, se puede proceder al embargo de la cuenta.
- Clausura de negocios: Si un local incumple con las normas de protección civil, la autoridad puede ejecutar el acto de clausura sin necesidad de intervención judicial.
Causas y modalidades de extinción del acto administrativo
Los actos administrativos no son eternos. Pueden extinguirse de diversas formas, ya sea por el cumplimiento de su finalidad o por circunstancias sobrevenidas que afectan su validez o pertinencia.
Cumplimiento del objeto del acto administrativo
La forma más común de extinción es el cumplimiento de la obligación o derecho generado. Por ejemplo, una autorización para un evento público se extingue una vez que el evento concluye.
Revocación
Es la decisión unilateral de la administración de dejar sin efectos un acto válido, por razones de oportunidad, interés público o ilegalidad posterior. Ejemplo: revocar una concesión por incumplimiento de condiciones.
Rescisión
Se aplica principalmente en actos bilaterales (como contratos administrativos), donde una de las partes incumple y la administración decide dar por terminado el acuerdo.

Prescripción y caducidad
- Prescripción: La obligación derivada del acto ya no puede exigirse por el transcurso del tiempo.
- Caducidad: Pérdida de la vigencia del acto por falta de cumplimiento de condiciones o plazos establecidos.
Renuncia de derechos
El interesado puede renunciar expresamente a los derechos otorgados por el acto, siempre que no afecte el interés público ni derechos de terceros.
Decisión jurisdiccional
Un tribunal puede declarar la extinción del acto si considera que este carece de validez, vulnera derechos o ha perdido sus efectos jurídicos. Por ejemplo, mediante una sentencia de amparo o juicio contencioso-administrativo.
La nulidad del acto administrativo
La nulidad del acto administrativo implica que el mismo no produce efectos jurídicos, o que estos pueden ser anulados si el acto presenta vicios graves. El Derecho Administrativo distingue entre dos tipos principales:
Nulidad absoluta
Es la invalidez total del acto por transgredir normas esenciales del ordenamiento jurídico. No admite convalidación y puede ser declarada en cualquier momento. Ejemplo: un acto dictado por una autoridad incompetente.
Nulidad relativa o anulabilidad
Se refiere a vicios que permiten la impugnación del acto, pero que pueden ser subsanados. Por ejemplo, una omisión de motivación en la resolución, si luego se subsana adecuadamente.
La omisión de motivación en una resolución ocurre cuando una autoridad administrativa o judicial emite una decisión sin explicar claramente las razones, fundamentos jurídicos o argumentos que justifican dicha decisión. Es decir, se toma una determinación sin mencionar los motivos específicos o suficientes que la respalden.
La Constitución Mexicana (artículo 16) obliga a las autoridades a motivar y fundamentar sus resoluciones para dar transparencia y certeza jurídica.
En México, la falta de motivación en resoluciones puede ser impugnada mediante recursos administrativos o juicios de amparo, obligando a la autoridad a reconsiderar o fundamentar correctamente su decisión.
Causales de nulidad
- Falta de competencia: El órgano que emite el acto no tiene facultades para ello.
- Vicios de forma: Ausencia de requisitos legales, como firma o notificación.
- Violación de procedimiento: Inobservancia de etapas clave.
- Desviación de poder: El acto se dicta con una finalidad distinta al interés público.
Efectos jurídicos de la nulidad
Cuando se declara la nulidad, el acto se considera como si nunca hubiera existido. Sus efectos se eliminan retroactivamente y pueden derivarse responsabilidades para la autoridad que lo emitió.
Recursos contra los actos administrativos
El sistema jurídico mexicano prevé diversos mecanismos que permiten a los ciudadanos impugnar actos administrativos que consideren ilegales o lesivos.
Recurso de alzada
Se presenta ante el superior jerárquico de la autoridad que dictó el acto. Es una oportunidad de revisión administrativa dentro de la misma estructura jerárquica.
Recurso de reposición
Se interpone ante la misma autoridad que emitió el acto, con el fin de que lo reconsidere. Es usual en trámites administrativos más simples.
Recurso extraordinario de revisión
Procede contra actos firmes en casos excepcionales, como aparición de documentos nuevos que no pudieron aportarse antes, o error de hecho.
Plazos y procedimiento
Cada recurso debe interponerse dentro del plazo legal (generalmente 15 o 30 días hábiles). Deben estar debidamente motivados y presentarse por escrito ante la autoridad competente.
El control jurisdiccional del acto administrativo
Cuando los recursos administrativos no son suficientes o no prosperan, el ciudadano puede acudir a instancias judiciales para impugnar el acto.
Juicio contencioso-administrativo
Procede ante los tribunales administrativos. Permite revisar la legalidad del acto administrativo y obtener su anulación o modificación.
Juicio de nulidad
Se utiliza cuando se busca que el acto quede sin efectos por contravenir la ley. Es común en materia fiscal, seguridad social o licencias.
Juicio de amparo
Es una vía de control constitucional que protege derechos fundamentales frente a actos de autoridad que los violen. Puede suspender temporalmente los efectos del acto hasta que se resuelva el fondo del asunto.
Enfoques doctrinales contemporáneos del acto administrativo
Con el avance del pensamiento jurídico y la evolución de la Administración Pública, se han desarrollado diversas corrientes doctrinales para interpretar el acto administrativo. Conócelas:
Enfoque formalista
Se centra en los elementos externos y formales del acto. Valora el cumplimiento estricto de requisitos procedimentales y documentales como garantía de legalidad. Se alinea con una visión rígida del Derecho, donde la forma es fundamental para la validez.
Enfoque funcionalista
Contrasta con el anterior al privilegiar la finalidad y el impacto del acto sobre su forma. El acto debe analizarse en su contexto práctico y social, evaluando su contribución al interés público. Se relaciona con modelos de gobernanza más dinámicos.
El acto administrativo como instrumento de gobernanza
En las administraciones modernas, los actos administrativos ya no son sólo decisiones unilaterales. Se integran en políticas públicas, son base de relaciones con el sector privado y se articulan con mecanismos de transparencia y rendición de cuentas.
Así, el acto administrativo se convierte en una herramienta estratégica de gestión pública.
Actos administrativos unilaterales y bilaterales
No todos los actos administrativos se configuran del mismo modo. Una distinción clave es entre actos unilaterales y bilaterales.
Actos unilaterales
Son aquellos emitidos por la administración sin necesidad de consentimiento del destinatario. Son la forma predominante de acto administrativo. Ejemplo: una sanción por infringir el reglamento de tránsito.
Actos bilaterales
Requieren la participación y aceptación de ambas partes: la administración y el particular. Generalmente, se dan en el marco de convenios o contratos administrativos. Ejemplo: un contrato de obra pública entre el municipio y una empresa constructora.
Consecuencias jurídicas
Los actos unilaterales pueden ser ejecutados de manera inmediata y forzosa, mientras que los bilaterales se rigen por principios similares al derecho contractual, siendo su extinción o modificación más compleja.
La eficacia y eficiencia del acto administrativo
La Administración Pública no sólo debe actuar conforme a derecho, sino también con criterios de eficiencia.
Acto válido vs. acto eficaz
Un acto puede ser válido (cumple con todos los requisitos legales), pero ineficaz si no se ejecuta o no logra sus objetivos. Por ejemplo, otorgar una licencia sin que el titular reciba la notificación impide que surta efectos.
Obstáculos comunes a la eficacia
- Deficiencias en la notificación
- Ambigüedad en el contenido del acto
- Falta de recursos humanos o materiales para su ejecución
Problemática en la administración pública
En México, diversos informes de órganos fiscalizadores revelan que muchos actos administrativos, aunque válidos, resultan ineficaces por mala planeación o por ser emitidos sin conocer el contexto social. La eficiencia implica que el acto no sólo cumpla la ley, sino que genere valor público.

El principio de legalidad en los actos administrativos
La legalidad es la piedra angular de toda actuación administrativa. Este principio impone a las autoridades el deber de actuar conforme al marco normativo vigente y en defensa del interés público.
Base constitucional
En México, el artículo 16 de la Constitución Política establece que toda autoridad debe fundar y motivar sus actos. Esto significa que deben indicar, con claridad, la norma que faculta su actuar y explicar las razones por las que actúan de determinada manera. Cualquier desviación de este principio puede dar lugar a la nulidad del acto.
Vinculación con derechos fundamentales
El respeto a la legalidad también implica la protección de los derechos de los ciudadanos frente a la administración. Si un acto administrativo vulnera garantías individuales o colectivas, puede ser impugnado por vías legales como el juicio de amparo o el juicio contencioso-administrativo.
Se refiere a la obligación que tienen las autoridades administrativas de respetar, proteger y garantizar los derechos fundamentales (también conocidos como derechos humanos constitucionalizados) cuando emiten actos administrativos.
En otras palabras:
- Las autoridades deben actuar conforme a los derechos reconocidos en la Constitución y en los tratados internacionales.
- Los actos administrativos no pueden vulnerar derechos fundamentales como el debido proceso, la igualdad, la no discriminación, el derecho a la salud, vivienda digna, medio ambiente sano, acceso a la información, etc.
- Si un acto administrativo viola derechos fundamentales, puede ser impugnado a través de mecanismos como el juicio de amparo o el juicio contencioso-administrativo.
Importancia para el Estado de derecho
El principio de legalidad garantiza que la administración no actúe de forma arbitraria y que todos los ciudadanos estén sometidos a reglas claras. Fortalece la confianza institucional y la previsibilidad del actuar público.
Ejemplos en el contexto mexicano
Para ilustrar la aplicación real de los conceptos abordados, presentamos dos ejemplos relevantes:
1. Nulidad de acto administrativo por el IMSS
Un trabajador solicitó pensión por invalidez ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). La institución negó la solicitud sin emitir resolución motivada ni permitirle ofrecer pruebas.
El afectado presentó un juicio de nulidad ante el Tribunal Federal de Justicia Administrativa, que resolvió que el acto era nulo por violación al debido proceso y falta de motivación. Este caso ejemplifica cómo un acto que aparentemente cumple su función puede ser declarado inválido si vulnera derechos procesales.
2. Revocación de licencia municipal
Un establecimiento comercial en el estado de Guanajuato fue clausurado por no cumplir con medidas de Protección Civil. La autoridad municipal revocó su licencia de funcionamiento. El propietario interpuso recurso de reposición, alegando falta de notificación.
La resolución final confirmó que la revocación fue válida, ya que el riesgo a la seguridad pública justificaba la medida, incluso con deficiencias formales subsanadas durante el procedimiento.
Ambos ejemplos reflejan cómo los actos administrativos pueden ser cuestionados y revisados dentro del marco institucional, protegiendo derechos sin menoscabar el orden público.
Conclusión
El acto administrativo es una figura compleja y dinámica, cuyo entendimiento integral es esencial para asegurar la legalidad, transparencia y eficacia en la gestión pública. Al descubrir sus fases, efectos, formas de ejecución y mecanismos de extinción o nulidad, este instrumento jurídico revela su centralidad en el Derecho Administrativo. Es muy importante para los profesionales, estar actualizados al respecto.
Conocer sus fundamentos no sólo permite a los estudiantes y profesionales del Derecho ejercer su labor con mayor precisión, sino que también capacita a la ciudadanía para vigilar y exigir una administración responsable y respetuosa de los derechos humanos.
La correcta emisión y control de los actos administrativos fortalece el Estado de derecho y promueve una convivencia justa y ordenada.
Este análisis y guía, complementarios al artículo inicial, pretende ofrecer una visión más completa que permita entender no solo qué es un acto administrativo, sino cómo funciona, cuándo se puede impugnar, y por qué su correcta ejecución es vital para una buena gobernanza.
Explora este artículo: Tendencias actuales del Derecho en 2025: Innovación y sustentabilidad
Conócenos: Somos Universidad Humanitas